Si buscamos quemar grasa, debemos de ser conscientes de que la dieta y el ejercicio cardiovascular son muy importantes. Sin embargo la forma en que entrenamos puede marcar enormemente la diferencia de la grasa que somos capaces de eliminar.
Existen dos variables principales de entrenamiento que podemos ir cambiando para incrementar la cantidad de grasa que combustionamos. Si modificamos nuestras rutinas incorporando este tipo de cambios adecuadamente, tendrás un programa de entrenamiento que simultáneamente quema grasa mientras construyes músculo y fuerza.
Vamos a examinar, a continuación, aquellas variables que pueden ayudarnos a la hora de organizar un entrenamiento para quemar grasa.
Selección de ejercicios
En comparación con los ejercicios de máquina o movimientos de aislamiento, los ejercicios compuestos de peso libre como sentadillas, press de banca, o press de hombros queman una mayor cantidad de calorías quemadas. Es probable que esto se deba al hecho de que los ejercicios multiarticulares utilizan más grupos musculares.
Y no únicamente aquellos que inciden directamente en la tarea, sino aquellos músculos estabilizadores y asistenciales. Como lo pueden ser músculos del tríceps, el hombro y la espalda, que nos ayudan en un movimiento como el press de banca.
Aumentar la velocidad entre repeticiones
Hacer repeticiones rápidas y explosivas, pueden ayudarnos a aumentar la cantidad de calorías que quemamos en más del 10%. Esto es, si lo comparamos con hacer repeticiones de manera lenta y controlada. También se ha demostrado que los ejercicios de repetición rápida aumentan la tasa metabólica después de acabar de entrenar.
Es importante que nos centremos en los principales grupos musculares esta metodología. Por ejemplo, sentadillas, presses, dominadas, flexiones y otros ejercicios son perfectos para lograrlo.